La decisión de irse a vivir en el campo está siendo tomada cada vez por más personas, conforme la oferta de alojamiento sigue creciendo. Es lógico que, al tomar esta decisión, se identifican unas ventajas que no pueden aprovecharse en otros entornos, como por ejemplo un centro urbano. Es por eso que a continuación repasamos algunas de estas ventajas y comparamos cómo la vida en el campo puede ofrecer beneficios no disponibles en la ciudad.
Un ritmo de vida más apacible
Es incuestionable que el ritmo de vida en el campo es mucho más apacible que en la ajetreada ciudad.
Muchas personas que han cambiado a este entorno, reconocen un descenso considerable en el estrés diario, mucho más tiempo para disfrutar del tiempo libre y de sus propias aficiones. En general, una vida más tranquila y sin prisas.
La autosuficiente en el campo
Muchas fincas rústicas consiguen gran parte de sus alimentos de forma autosuficiente. Pero en realidad cualquier casa en el campo puede ofrecer esta ventaja gracias a que tienen normalmente más terreno y los residentes lo aprovechan para cultivos propios.
Pero no solo la alimentación permite ser autosuficiente. El campo está siendo objeto de una creciente inversión en energías renovables, con la que es posible generar electricidad sin depender de empresas externas.
Vivir en el campo es más saludable
El entorno natural del campo sigue siendo la opción más recomendable, en términos saludables. La contaminación es mucho menor a la de cualquier centro urbano. La calidad del aire es constatable por cualquier persona, pero con mayor énfasis entre aquellas que puedan tener problemas respiratorios. Además, la actividad diaria rehúye el sedentarismo y la alimentación suele disfrutar de mejores propiedades por pasar por menos procesos industriales.
Con estas ventajas, los propietarios que han ido a vivir en el campo, han confirmado en su mayoría una mejoría notable respecto a su salud y estado físico.
La sostenibilidad de vivir en el campo
Los ciudadanos buscan una vida más sostenible, que sea beneficiosa para ellos pero que también respete el medio ambiente por lo que el reciclaje, el descenso de la contaminación y la comida ecológica son algunos de los elementos que más auge están cobrando en los entornos urbanos.
La vida en el campo parte directamente de esta base. La Naturaleza tiene mucha mayor presencia que en la ciudad, por lo que la vinculación y el compromiso con mantener un entorno natural se hace patente en el día a día. Por ese motivo, todas las medidas relacionadas con sostenibilidad son mucho más palpables entre quienes viven en el campo. Algunos elementos ya los hemos mencionado, como los cultivos propios o el impulso de las energías renovables.
No es extraño, por tanto, que muchas iniciativas en la propia ciudad, tomen como referencia lo que se hace en el campo, para hacer las viviendas en la urbe más ecológicas, más sostenibles, con más zonas verdes.
Es la opción para quienes no pueden plantearse el cambio. Para otros, es mucho mejor irse a vivir al campo y disfrutar directamente de todas las ventajas que ofrece.
