Las inversiones inmobiliarias siempre tienen un riesgo a tener en cuenta. Sin embargo, invertir en fincas rústicas ofrece ciertas ventajas competitivas respecto a otro tipo de inversiones en este sector.
Por qué invertir en una finca rústica
A diferencia de otras inversiones en terrenos o en inmuebles, en lo relativo a fincas rústicas hay aspectos positivos, que hacen muy aconsejable desarrollar proyectos con ellas.
1. Una inversión segura
Independientemente de la rentabilización que se consiga, lo cierto es que la inversión en una finca rústica nunca deprecia su valor.
Es decir, puedes tener éxito o no en tu inversión, conseguir más o menos rentabilidad, pero en ningún caso afectarás negativamente al valor del terreno.
2. Una oferta para todas las inversiones
España es un país que cuenta con una gran oferta de fincas rústicas o terrenos compatibles. Esto afecta a la evolución del mercado.
Por un lado, dispones de ofertas para todo tipo de presupuestos, desde los más exigentes que suelen encontrarse en el sur del país hasta auténticas oportunidades, muy frecuentes en el centro de la península.
Además, también tienes a tu disposición una amplia variedad de terrenos de distinta tipología, calidad y superficie. Con el presupuesto adecuado, puedes invertir en una finca rústica completamente adaptada a tus preferencias.
3. Más oportunidades de rentabilidad
Si hablamos exclusivamente de rentabilidad, las fincas rústicas tienen potencialmente un mayor atractivo que el resto de inversiones inmobiliarias.
El alto precio de inmuebles en la ciudad y las muchas opciones de aprovechamiento del terreno en fincas rústicas, las presentan con mayores oportunidades de obtener beneficios.
Cómo rentabilizar una finca rústica
Hay muchas formas de rentabilizar una finca rústica. Esta son las más frecuentes y que, además, suelen aportar más beneficios.
1. Rentabilidad por actividad económica
Es cierto que la variedad de actividades económicas en una finca rústica es cada vez mayor. No obstante, la explotación agrícola, ganadera y cinegética son las principales destinatarias de una inversión.
Eso sí, hay que escoger bien el terreno sobre el que se va a desarrollar esa actividad, en términos de extensión y calidad, así como obviamente respecto a la climatología de la zona.
2. Inversión en energías renovables
Cada vez más empresas de telecomunicaciones y energéticas se interesan en fincas rústicas y terrenos similares, ya que en ellas es posible realizar instalaciones de gran amplitud en energías renovables.
Las placas solares o los sistemas de energía eólica representan las inversiones más frecuentes en este ámbito.
3. Turismo rural en fincas rústicas
Un sector en auge. Adaptar una finca rústica al turismo rural ofrece una alta rentabilidad, ya que es creciente el interés por pasar unas vacaciones cerca de la Naturaleza, en instalaciones adaptadas y con cierto toque tradicional.
4. Inversión en promociones residenciales
La tónica general impide que una finca rústica pueda ser reconvertida en una promoción residencial. Sin embargo hay situaciones excepcionales como la recalificación de un terreno, en las que los inversores pueden tener la oportunidad de desarrollar un proyecto de este tipo.
